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Restablecer el sentido de comunidad de una ciudad rusa

Luego de la caída de la Unión Soviética, Cargill invierte en la aldea de Yefrémov, desarrollando su economía y cultivando un sentido más sólido de comunidad.

January 01, 2015

Durante la transformación de Rusia de una economía central planificada a una economía de mercado, que comenzó en 1991, Cargill demostró ser un importante socio comercial del país, sobre todo en la ciudad de Yefrémov. Ubicada alrededor de 380 kilómetros al sudeste de Moscú, Yefrémov albergaba aproximadamente 40 000 habitantes y la planta elaboradora de alimentos de maíz más grande de Rusia. Con el colapso de la Unión Soviética, la economía del área rural había decaído, de manera que Cargill tomó un riesgo e ingresó al mercado ruso en 1995, convirtiéndose en accionista mayoritario de la planta. La empresa realizó mejoras en las operaciones de la planta y, de esa forma, fortaleció a la comunidad que la rodea.

Desde el momento en el que Cargill llegó a Yefrémov, la empresa se enfrentó con algunos obstáculos. La planta no era productiva ni rentable y no cumplía con los estándares de seguridad reconocidos mundialmente. Además, los jóvenes de la ciudad migraban a ciudades más grandes en búsqueda de mejores oportunidades laborales. Para ayudar a lograr que la instalación alcanzara estándares de clase mundial, Cargill invirtió más de USD 10 millones en tecnología de avanzada y nuevos equipos. En poco tiempo, la planta competía con operaciones occidentales similares y había aumentado sus ingresos de granos a una impresionante cantidad de 2600 toneladas de productos de trigo y maíz por día.

Los cambios más considerables, sin embargo, se reflejaban en las caras de los habitantes de Yefrémov. Cargill ayudó a establecer el Club de mujeres para las empleadas de la planta, dándoles un lugar para descansar, conectarse y organizar proyectos sociales. Luego, la empresa donó tiempo y equipos para renovar escuelas locales, establecer becas para estudiantes, mejorar los parques de los vecindarios y proporcionar el apoyo que tanto necesitaba la sala de maternidad del hospital local. Cargill ayudó a la comunidad a recuperar energías y transformó la ciudad en un lugar en el que la gente se enorgullece de vivir y trabajar.

Hoy en día, Cargill continúa con su compromiso de invertir en las empresas emergentes de Yefrémov. La empresa ha contribuido USD 500 millones para realizar distintas renovaciones en la planta, que ahora se ha convertido en una red de siete ubicaciones con tecnología de vanguardia que producen una gran variedad de productos, desde jarabes a alimentos y bocaditos de pollo. Y, debido a la cantidad cada vez mayor de empleados locales que se sienten realizados y satisfechos con su trabajo, los jóvenes de Yefrémov planean seguir el mismo camino y quedarse en su ciudad natal para vivir vidas prósperas. Al ver que el riesgo que tomó Cargill dio resultado, otras industrias han decidido radicarse en el área, lo que contribuye al continuo desarrollo de la economía de la región.