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El primer aceite de colza sustentable del mundo

Con el objetivo de promover la biodiversidad en las zonas rurales de Alemania, Cargill ayuda a un cliente global a lograr sus ambiciones de obtener cultivos de manera sustentable.

January 01, 2015

Los insectos polinizadores son increíblemente importantes para el medioambiente y, por lo tanto, para los alimentos que crecen en un ecosistema. De hecho, las abejas y otros insectos polinizadores son responsables por uno de cada tres bocados de comida que consumen las personas. Una polinización deficiente tiene un impacto en toda la cadena alimentaria, impulsando un aumento de precios y poniendo en riesgo el suministro confiable de cultivos como manzanas, nueces, granos, aguacates, soja y brócoli. En los últimos años, la población de abejas del mundo ha disminuido, lo que plantea serias interrogantes en cuanto a la diversidad, la escasez de cultivos y el futuro de los alimentos.

En Alemania, la disminución de la población de abejas generó una menor polinización en las tierras de cultivo del país. En 2012, Cargill intervino para ayudar a combatir el problema, otorgando su apoyo para plantar 27 hectáreas de flores, una medida de conservación que respalda las poblaciones de insectos antes y después de que hayan terminado de florecer. Los agricultores alemanes plantaron franjas de flores silvestres entre los campos de colza (también conocida como canola) para proporcionar alimento para los insectos, lo que ayuda a sustentar la polinización durante el año.

En unos pocos meses, se vieron cambios positivos en todo el lugar: los nuevos hábitats atrajeron a abejas a la zona, que a la vez polinizaron los cultivos aledaños. Los agricultores pronosticaron que la nueva actividad también ayudaría a impulsar la polinización de otros cultivos cercanos. La idea funcionaba, pero era solo el principio. Una vez que se plantaron las flores de colza, Cargill le solicitó a su proveedor que explorara formas más ecológicas de cultivar la colza.

La solicitud era parte de una iniciativa entre Cargill y Unilever, una multinacional que fabrica productos de higiene personal y alimentos como margarina, para ayudar a Unilever a reducir su huella ecológica. En colaboración con Unilever, Cargill desarrolló el primer aceite de colza sustentable verificado del mundo.

Las refinerías de Cargill en Alemania actualmente suministran el aceite a la planta de elaboración de margarina de Unilever en Pratau y de esa manera ayudan al fabricante a lograr sus objetivos de sustentabilidad. Actualmente, las flores de colza que florecen en Alemania tienen una segunda finalidad: otorgarle a Alemania la posibilidad de producir el ingrediente principal de la margarina de forma sustentable y a gran escala.

El trabajo de Cargill con la colza en Alemania se ha convertido en un modelo para la participación de los agricultores en relación con la biodiversidad. Desde ese entonces, la colaboración ha generado ocho equipos de cultivo en todo el mundo que han plantado casi 70 hectáreas de franjas de flores: una iniciativa que ayudará a Unilever a cumplir con su objetivo de producir más productos y de manera más sustentable para el año 2020.