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En Hazleton, nada se desecha

Una planta de procesamiento de carne con sede en Pennsylvania se convierte en la primera planta de Cargill del mundo en obtener la designación “libre de residuos”.

January 01, 2015

En la ciudad de Hazleton, Pennsylvania, donde ha operado la planta de procesamiento de carne de Cargill durante más de trece años, se producen más de cuatro millones y medio de kilos en productos de carne vacuna, porcina y carne picada por mes, que son distribuidos a clientes de todo el país. Aunque se pueden ver vehículos de transporte entrar a la planta y volver a salir con frecuencia, no hay camiones de basura a la vista. A diferencia de lo que sucede en la mayoría de las plantas de procesamiento de carne de Estados Unidos, las operaciones de Cargill en Hazleton generan cero residuos sólidos para enviar a los basureros; y todo, gracias al pensamiento creativo y la dedicación de sus empleados.

Hace solo tres años, la planta enviaba 1500 toneladas de plásticos, biosólidos, papeles y otros residuos a los basureros locales cada año. Aunque se reciclaban algunos materiales, el personal de Hazleton notó que era necesario un cambio. A comienzos de 2013, un grupo de empleados de Cargill comenzó a desarrollar una iniciativa para reinventar el programa de reciclaje de la planta. Su objetivo era reclutar a los 600 empleados que integran el personal de la planta para que participaran en el nuevo programa de sustentabilidad. En solo cinco meses, la planta redujo los residuos que se enviaban al basurero en 280 toneladas: una reducción del 20 % que generó ahorros de USD 30 000 para la empresa ese año.

“No sabíamos con certeza que lograríamos obtener la certificación «libre de residuos», pero sí estábamos seguros de que podíamos reducir de manera significativa nuestra huella ecológica”.
— Aaron Humes, gerente general, Cargill Beef.

Al ver cuánto habían avanzado en solo unos meses, los empleados de Hazleton decidieron ir más allá, y se esforzaron por reducir la generación de residuos que se enviaban a los basureros a cero en 2014. Se asociaron con agentes externos para reciclar plástico, biosólidos y otros materiales, y encontraron cómo deshacerse de los residuos sólidos de la planta sin enviarlos a los basureros. Los plásticos no reciclables que se utilizaban en la planta eran transformados y usados para proporcionar energía eléctrica a la planta, y el aceite y los residuos de los alimentos sobrantes se entregaban a los fabricantes para que los usaran en productos como lubricantes.

En la primavera de 2015, la Fundación Nacional de Saneamiento (NSF International) reconoció los logros de Cargill del año anterior y confirmó oficialmente su designación como planta de procesamiento de carne “libre de residuos”. Los clientes que compran productos de carne de la planta están entusiasmados con las nuevas prácticas y reconocen los esfuerzos de Cargill por hacer lo mejor para la comunidad de Hazleton, y también para el planeta. La empresa continúa buscando nuevas maneras de impulsar los esfuerzos en pos de la sustentabilidad, y lidera la iniciativa de producción responsable y conservación del medioambiente, tanto en Hazleton como en todo el mundo.