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Extracción responsable de aceite de palma en Indonesia 

En la plantación de Harapan Sawit Lestari, Cargill hace de la sustentabilidad una prioridad, preservando el medioambiente y, al mismo tiempo, ayudando a los productores a responder a la demanda mundial. 

January 01, 2015

El aceite de palma es un ingrediente fundamental en miles de productos, desde masa de pizza y chocolate hasta champú y lápiz labial. Millones de personas en todo el mundo dependen de él, y se espera que aumente la demanda. Pero, aunque parece haber infinitos usos para este aceite tan versátil, la producción irresponsable de aceite de palma tiene un efecto devastador en los ambientes tropicales donde crece este fruto, principalmente en las regiones de Indonesia y Malasia.

El interés por la preservación del medioambiente, que es cada vez mayor, ha incrementado la preocupación en torno a la producción de aceite de palma. Sin embargo, desde el comienzo, el trabajo de Cargill con el aceite de palma ha sido concebido con el mayor respeto por el medioambiente. En 2004, se fundó la Mesa Redonda sobre el Aceite de Palma Sostenible (Roundtable on Sustainable Palm Oil, RSPO) para definir los estándares de sustentabilidad globales para la industria. Esto quiere decir que Cargill, que tiene un sólido historial de políticas de sustentabilidad estrictas, ya estaba un paso adelante.

En primer lugar, Cargill evita el desarrollo de áreas de alto valor para la conservación. Entre ellas, se encuentran las turberas y las zonas que son importantes para las comunidades locales. La empresa también puso en vigencia una política que prohíbe la quema de terrenos deforestados para proteger la biodiversidad.

En 2005, Cargill adquirió Harapan Sawit Lestari, una plantación en la provincia de West Kalimantan, en Indonesia. Desde el comienzo, las operaciones de la plantación estuvieron inspiradas en la visión de la empresa de trabajo sustentable y responsable. Cargill invirtió mucho tiempo y esfuerzo en formación, capacitación e infraestructura para asegurarse de que las operaciones de su plantación adopten nuevas técnicas sustentables a la vez que intentan satisfacer la creciente demanda mundial.

Un aspecto clave de la sustentabilidad es la intensificación de la producción, en la que se busca maximizar la cantidad de aceite que se obtiene de cada hectárea de terreno, al tiempo que se mejora la salud de cada palma y se extiende su productividad. Al mejorar las condiciones del suelo, cultivar en momentos precisos, usar métodos naturales para el control de plagas (como búhos para cazar roedores) y optimizar la aplicación de nutrientes, la producción ha aumentado de manera constante, usando la misma extensión de terreno.

Además, Cargill ha establecido un proceso “libre de residuos” para conservar recursos. Los racimos vacíos de la fruta se utilizan como fertilizantes, y las cáscaras y las fibras sirven como combustible para proveer de electricidad a la plantación y las comunidades cercanas. Incluso el agua que se utiliza durante el procesamiento de la palma es sometida a un tratamiento y reutilizada para irrigar y fertilizar los árboles.

Las nuevas prácticas son mejores para el terreno y la comunidad: la seguridad en el lugar de trabajo se ha convertido en una prioridad de todos los días y, con el tiempo, en un aspecto fundamental de la cultura de la plantación. El aumento en los ingresos de las familias y la mejora de la calidad de vida permiten a las comunidades locales de West Kalimantan crecer y prosperar.

En febrero de 2014, el trabajo de Cargill fue reconocido a nivel mundial. Su plantación de Harapan Sawit Lestari fue certificada de acuerdo a los criterios prestigiosos de la RSPO, lo que aumentó la seguridad de los clientes y su confianza en el aceite de palma que Cargill provee.

Palm Oil West Kalimantan Inpage Tras superar rigurosas evaluaciones, la plantación de Harapan Sawit Lestari de Cargill fue certificada por la RSPO en 2014.

En vistas al futuro, los objetivos de la empresa son incluso mayores y se enfocan en prevenir la desforestación, evitar la pérdida de turberas (en las que se almacenan grandes cantidades de carbono) y proteger de la explotación a las comunidades locales involucradas en la producción de palma. Con estas tareas en marcha, Cargill está más cerca de lograr un gran objetivo para una empresa de comercio internacional: una cadena de suministro de aceite de palma completamente sustentable.