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Retrato de un líder: David W. MacLennan

El camino en búsqueda del crecimiento profesional lleva de regreso a Cargill: en 2013, se nombra a MacLennan director ejecutivo.

January 01, 2015

Aquel viejo dicho “No puedes regresar a donde estabas antes” insinúa que somos demasiado generosos a la hora de recordar las cosas y que, la segunda vez, la realidad no es lo que recordábamos. Pero Dave MacLennan no está de acuerdo. El actual director ejecutivo de Cargill dejó la compañía en 2000, en busca de nuevas oportunidades. Dos años después, regresó y comenzó con su ascenso hasta el trabajo más importante de todos.

Cargill siempre había tenido un papel protagónico en la vida de MacLennan. Su padre, Everett, trabajó 42 años para la compañía: comenzó como comerciante de granos y ascendió hasta convertirse en vicepresidente de recursos humanos globales. “Cuando vivíamos en Chicago [Illinois], yo solía tomar el tren e ir a su oficina”, recordó MacLennan. “Entraba a la sala de teletipo y observaba las muestras de granos con las que trabajaba mi padre. Eso lo hacía algo muy tangible”.

Leadership Dave Mclennan Inpage
Durante sus 42 años de carrera, el padre de MacLennan, Everett (arriba), trabaja en varias oficinas de Cargill en distintos lugares de Estados Unidos y expone a su hijo a las diversas oportunidades que ofrece la compañía..

Cuando llegó el momento de que MacLennan eligiera un camino profesional a seguir, no estaba seguro de que Cargill fuera la opción correcta. “Quería ir a otro lugar, una empresa más pequeña, y forjar mi propia identidad y reputación”, contó. MacLennan comenzó su carrera como mensajero y recepcionista de la Junta Comercial de Chicago, uno de los núcleos del comercio de productos agrícolas, y, luego de diferentes cambios de puestos y de compañías, llegó a convertirse en vicepresidente de LIT America, en Chicago. Cuando pensaba en el futuro, veía menos oportunidades de aprender, crecer y ascender: tres ingredientes profesionales que sabía que podía encontrar en una compañía como Cargill.

MacLennan se incorporó a Cargill en 1991 y se desempeñó en distintos puestos gerenciales en Estados Unidos; Londres, Inglaterra; y Ginebra, Suiza, incluidos puestos en las divisiones de gestión de riesgos y finanzas, de energía y de proteína animal. En el año 2000, le ofrecieron un puesto para ser el máximo responsable de una empresa que necesitaba un cambio radical, y MacLennan se unió a U.S. Bancorp Piper Jaffray en Minneapolis, Minnesota, como líder del sector de mercados de capitales de renta fija.

Dos años después, volvió a Cargill, donde había estado anteriormente. Pero esta vez, regresaría para quedarse. Al regresar, lideró el negocio de comercialización de petróleo de la compañía y ocupó el cargo de líder de plataforma en el área de Servicios de gestión de riesgos y finanzas, para el que debió mudarse a Ginebra. Se sintió inspirado por la nueva Iniciativa estratégica de la compañía y los cambios en el liderazgo y en la gestión del talento. “Nunca sentí que [MacLennan] hubiera dejado Cargill”, comentó Greg Page, que ocupó el cargo de director ejecutivo antes de MacLennan. “Simplemente había aprovechado una oportunidad de desarrollo que nosotros no le podíamos ofrecer en ese momento. Creo sinceramente que él siempre supo que Cargill era su lugar y que esta era su cultura”.

En 2004, MacLennan regresó a Estados Unidos para asistir en la administración de la creciente cartera de productos de proteína animal. En 2008, se lo nombró director financiero y miembro de la Junta Directiva de Cargill. Finalmente, en 2011, fue elegido como presidente y director de operaciones de la compañía. Cuando Page fue nombrado presidente ejecutivo, en 2013, MacLennan se convirtió en el nuevo director ejecutivo.

“Solemos comparar las unidades de negocios de Cargill con otras unidades de negocios de nuestra compañía… Pero muchos de nuestros mayores desafíos y oportunidades de crecimiento (y, por supuesto, nuestros competidores) son externos a la compañía: a esto nos referimos cuando hablamos de la necesidad de enfocarnos más en los aspectos externos”.
— David W. MacLennan, director ejecutivo de Cargill

Mientras Cargill celebra sus primeros 150 años, en 2015, el desafío de MacLennan es poder posicionar a la compañía para el crecimiento futuro. Para eso, está liderando a la compañía con la idea de volver a los principios básicos. Esto requerirá que se mantenga el enfoque en el éxito de los clientes, se trabaje en pos de la eficiencia operativa y se tomen acciones para asegurarse de que la cartera de productos de Cargill esté diseñada para aprovechar oportunidades en las que la compañía puede lograr ser líder del mercado. MacLennan también trabaja para inculcar una cultura de rapidez y agilidad, con el énfasis puesto en la responsabilidad y en la observación de factores externos a Cargill para encontrar las respuestas a interrogantes.

Otra área de enfoque es la gente que trabaja en Cargill. MacLennan cree que para lograr un desempeño excelente, y resultados constantes, se necesita proporcionar un entorno seguro e inclusivo donde los empleados puedan crecer (como lo hizo él) y a la vez contribuir con el éxito de la compañía. También reconoce la enorme responsabilidad con la que cargan Cargill y su gente para ayudar a resolver algunos de los problemas más urgentes que se enfrentan a nivel mundial, como de qué manera proveer alimentos sustentables a un mundo que pronto consistirá de 9000 millones de personas.

“En cada situación crítica de los primeros 150 años de esta compañía, siempre hubo una o dos personas que tomaron la iniciativa y pudieron marcar la diferencia”, sostuvo MacLennan. “Es nuestro legado. Está grabado en nuestro ADN. Es parte de nuestra identidad. Tenemos desafíos por superar. Yo los considero oportunidades para que las personas puedan tomar la iniciativa y lograr que esta compañía sea aún mejor. Tengo mucha confianza en nuestro futuro y nuestro papel como líderes en el mundo”.