Una forma más segura de proveer electricidad

En todo el mundo, las empresas de energía eléctrica continuamente buscan maneras más seguras y eficaces de proveer electricidad a las comunidades, reduciendo el impacto ambiental. Se ha demostrado un creciente interés en reemplazar el aceite mineral, que es lo que comúnmente se utiliza como aislante en los transformadores, los dispositivos eléctricos que transforman la energía eléctrica entre circuitos. Si bien el aceite mineral se ha utilizado como el fluido eléctrico más común durante 30 años, representaba varios problemas. Era muy inflamable, difícil de limpiar y tóxico para los peces y la vida silvestre.

Cargill se hallaba a la vanguardia de una nueva idea: aceite vegetal. Al utilizar el éster natural, puro y renovable, en lugar del aceite mineral, la empresa comenzó a desarrollar un producto de mejor rendimiento y beneficioso para el medioambiente.

En 1998, Cargill presentó Envirotemp™ FR3™, un aceite para transformadores que aislaba transformadores eléctricos de alto voltaje de forma muy similar al aceite mineral, pero a base de aceite de soja. Para las empresas que comenzaron a utilizar el fluido FR3, los beneficios fueron evidentes: su punto de ignición era el doble que el del aceite mineral, lo que redujo el riesgo de incendios de forma significativa, y contaba con un transformador que utilizaba fluido FR3, que tenía un 20 % más de capacidad que uno que utilizaba aceite mineral. Además, protegía el papel aislante del transformador de cinco a ocho veces más que el aceite mineral, lo que permitía que el rendimiento del transformador durara más. Por último, no era tóxico ni representaba un riesgo para la tierra o el agua. Además, era biodegradable y ofrecía importantes ventajas a las empresas como TransnetBW, una operadora de red de transmisión eléctrica alemana que se preocupaba por la huella de carbono.

“El transformador que funciona con aceite biodegradable no solo establece estándares en términos de progreso y rendimiento técnicos, sino también para la protección de los humanos y el medioambiente”.
— Rainer Joswig, director ejecutivo, TransnetBW

En 2013, Cargill recibió el prestigioso premio a la sustentabilidad Presidential Green Chemistry Challenge Award por parte de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, gracias al trabajo invertido en el desarrollo del fluido FR3. Actualmente, el producto se utiliza en más de 750 000 transformadores en seis continentes y provee energía a hogares y hospitales; además, sienta las bases para el desarrollo de nuevas formas más económicas y seguras para el medioambiente de proveer electricidad.

Comparado con el aceite mineral, utilizado durante mucho tiempo en los transformadores de electricidad, el aceite de soja presente en el fluido FR3 soporta temperaturas más altas, lo que evita que el equipo se erosione.