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Los empleados van más allá en nombre de Cargill Cares

Los equipos de empleados voluntarios de Cargill escalan algunas de las montañas más altas del mundo para recaudar dinero con fines solidarios. 

January 01, 2015

A lo largo de los 150 años de historia de Cargill, sus empleados han aprovechado cada oportunidad para donar su tiempo, su talento y sus recursos económicos para ayudar a mejorar sus comunidades. En 1990, esta cultura de voluntariado se unificó bajo la bandera mundial “Cargill Cares”, y se crearon consejos de Cargill Cares para elaborar iniciativas de enriquecimiento de acuerdo a las necesidades de sus comunidades. Su trabajo se llevó a cabo de distintas maneras; por ejemplo, realizando trabajo voluntario en escuelas, asociándose con organizaciones sin fines de lucro y recaudando fondos en caminatas y maratones.

A comienzos de los 90, un grupo de empleados concibió una nueva manera de apoyar las iniciativas de Cargill Cares: escalar montañas con fines solidarios. Las misiones hasta la cima unieron a empleados alpinistas de todo el mundo, lo que llevó el enfoque de apoyo a la comunidad de la empresa a un nuevo nivel de compromiso.

El primer pico que conquistaron fue el monte Kilimanjaro, en Tanzania: la montaña más alta de África. Un equipo de once alpinistas, organizado y liderado por Bob Sewell, gerente de Cargill África en Nairobi, escaló la montaña para recaudar fondos para los Juegos Olímpicos Especiales Internacionales de 1991, una competencia mundial de atletas con discapacidades intelectuales. El recorrido de casi 84 kilómetros tomó cinco días y planteó desafíos como mal de altura, temperaturas bajo cero y falta de oxígeno. Sin embargo, diez de los once alpinistas llegaron a la cima a 5895 metros (19 341 pies) de altura, superando la tasa de éxito promedio del Kilimanjaro de 35 %.

“Personalmente, nunca hubiera elegido el alpinismo como una actividad individual. Esta misión no hubiera sido posible si no hubiera estado ligada a una causa”.
— Jon Yeager, Director de comercialización y fotografía de Cargill

Dos años después de escalar el monte Kilimanjaro, los miembros de la expedición Dave Rogers, director ejecutivo de Cargill Europa, y Jon Yeager, un director de comercialización de Cargill, formaron un nuevo equipo con empleados de todo el mundo para escalar montañas de Latinoamérica y recaudar donaciones para organizaciones que promueven la alfabetización en el mundo. Cada miembro del equipo llegó a la cima de al menos dos picos de los Andes ecuatorianos. Juntos ayudaron a que Cargill done más de USD 127 000, de los cuales más del 80 % provienen de donaciones individuales.

Otras expediciones al Huayna Potosí en Bolivia y el Monte McKinley en Alaska sirvieron de apoyo a varias iniciativas de Cargill Cares, como alfabetización, seguridad en las granjas y calidad del agua. En 2003, las misiones de alpinismo ya habían recaudado casi USD 1 millón en donaciones para beneficencia. “Fue una experiencia fascinante que nos dejó recuerdos increíbles de contacto real con la naturaleza”, manifestó Rogers, quien participó en casi todas las expediciones. “Pero lo más importante es que una gran cantidad de personas de comunidades cercanas a las oficinas y plantas de Cargill reciben la ayuda que merecen”.

Cargill Cares Climbers Inpage Actualmente, los empleados continúan ofreciéndose como voluntarios a través de los consejos de Cargill Cares y encuentran cómo servir a las comunidades de todo el mundo de maneras únicas.

En la actualidad, más de 350 consejos de Cargill Cares liderados por empleados llevan a cabo actividades con participación de la comunidad en muchos países de Asia, África, Europa, Latinoamérica y Norteamérica. En conjunto, los empleados donan miles de horas como voluntarios y millones de dólares, lo que demuestra un compromiso continuo por lograr un impacto significativo en sus comunidades locales.